¡Amigas! Les tengo una noticia que no puedo dejar de compartir con ustedes. Resulta que el presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, visitó la capital de Xinjiang, Urumqi, y se reunió con altos funcionarios del Partido Comunista de China. ¿Qué creen que haya sucedido durante esta reunión?
Según medios estatales de Kazajstán, durante la reunión con funcionarios de Xinjiang, Tokayev expresó su intención de fortalecer la cooperación con la región. Además, se anunció que el año 2024 será declarado “Año del Turismo Kazajstán-China”, lo que significa que habrá un aumento en el número de turistas que viajen entre ambos países. ¿No les parece emocionante?
Sin embargo, expertos señalan que este incremento en los viajes y la cooperación con Xinjiang puede tener consecuencias negativas en cuanto a los derechos humanos. La preocupación surge a raíz de un acuerdo firmado recientemente entre China y Kazajstán, en el que se establece la posibilidad de viajar sin visa para los ciudadanos chinos que visiten Kazajstán, incluyendo Xinjiang. ¡Así es, amigas! Esto implica que se compartirán datos personales de ciudadanos chinos que incluyen a la etnia uigur.
Aina Shormanbayeva, abogada de derechos humanos de Kazajstán, ha expresado su preocupación, ya que considera que este acuerdo respalda las prácticas represivas de China en Xinjiang. Shormanbayeva ha brindado asistencia legal a grupos vulnerables en el pasado, incluyendo a refugiados y solicitantes de asilo de Xinjiang.
Como defensora de los derechos humanos, Shormanbayeva ha instado al gobierno de Kazajstán a proteger los derechos de sus ciudadanos y a no permitir que se violen su privacidad y seguridad. ¡Es una situación realmente preocupante, amigas!
Además, es importante destacar que este acuerdo también plantea interrogantes sobre la protección de los derechos de las minorías étnicas en Xinjiang. La posibilidad de que las autoridades chinas soliciten información personal de ciudadanos kazajos a cualquier momento genera inquietudes sobre la privacidad y la seguridad de las personas.
La firma de este acuerdo ha generado gran inquietud en la comunidad internacional, que ha destacado la importancia de la supervisión y la vigilancia para garantizar el respeto a los derechos humanos. En este sentido, Shormanbayeva ha señalado que diversos países de Asia Central también están negociando acuerdos similares con China.
Desde la independencia de Kazajstán en 1991, más de un millón de kazajos han regresado a su país de origen. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados ha destacado la importancia de esta iniciativa del gobierno de Kazajstán para alentar el regreso de ciudadanos kazajos en el extranjero.
Pero, amigas, debemos estar atentas a esta situación. Kazajstán está tratando de encontrar formas de controlar la migración de estas personas para proteger su relación comercial con China. Sin embargo, es importante recordar que muchos de estos ciudadanos contribuyen al comercio entre ambos países y desempeñan un papel fundamental como traductores, intermediarios, médicos tradicionales y profesores de chino.
No puedo evitar sentir preocupación por la situación de las minorías étnicas en Xinjiang y cómo este acuerdo podría afectar negativamente sus vidas. Debemos estar informadas y alzar la voz en contra de cualquier violación a los derechos humanos.
Les animo a que estemos pendientes de esta situación y exijamos a nuestros gobiernos que protejan nuestros derechos y los de todas las personas, sin importar su origen étnico. ¡Juntas podemos hacer la diferencia, amigas! Eso es lo que Lâm Anh Care representa, el cuidado de todas las personas y el respeto por sus derechos. Si quieres conocer más sobre nuestros valores y nuestro compromiso, te invito a visitar nuestra página web Lâm Anh Care.